Muy importante es
el lavado de las cubas, no deben quedar restos del vino contenido
anteriormente, ni olores ni sabores, deben tener además la humedad
suficiente dado que están construidas en madera de roble, tabla
contra tabla.
Normalmente se realiza el lavado en dos momentos: cuando se desocupan y
antes de proceder a su llenado de nuevo. |
La salida del
mosto se realiza hacia un recipiente de 200 litros, antiguamente iba
directamente a un hoyo excavado al lado del lagar.
Desde ahí se recogerá con una talega para trasegarlo a la cuba
correspondiente.
Nicanor llevará a analizar el mosto para que el especialista le indique
el tipo de tratamiento que hay que hacer en la fermentación. |
Al echar el mosto
en la cuba se coloca un filtro para que no pasen las uvas enteras o las
pepitas que han salido con el mosto desde el pisado en el lagar.
Como vemos no hay ningún procedimiento mecanizado. |
Se echa el
mosto hasta llenar la cuba prácticamente, pero se reserva algún mosto
porque habrá que ir rellenando más adelante ya que durante el proceso de
fermentación se produce una merma en la cuba. |
Las cubas antiguas
(esta bodega no tiene ninguna dado que son poco manejables) eran
enormemente grandes, en alguna de ellas había que entrar dentro para
lavarlas, esto suponía un peligro por los gases que pueden emanar de su
interior o en el proceso del lavado. |
Como vemos las
cubas están elevadas, esto se realiza con objeto de poder extraer o
trasegar el vino con relativa facilidad, dado que tampoco es conveniente
moverlas porque siempre existen algunas impurezas que van al fondo por
decantación. |